jueves, 17 de noviembre de 2011

Vivir como si fuera el último día!!!


“Hoy me desperté y México era un lugar diferente, la gente sonreía cuando hacía su trabajo. El policía que me abrió la puerta del fraccionamiento me saludó con un gran entusiasmo, mientras barría la entrada aunque a él no le correspondía. Me paré en el Oxxo a comprar un lunch y el joven cajero me saludo muy amablemente, no estaba callado y serio como acostumbra, me respondió mi saludo y me ofreció un mejor sabor del yogurt que había escogido. Iba en la calle y vi un a un tránsito ayudando a una persona que se le había ponchado la llanta. Cuando estaba en Comisión de Luz arreglando un problema, todos fueron muy amables, todos trataron de ayudarme y el problema se arreglo sin tener que ponernos a discutir. En el restaurante el mesero estaba de muy buen humor, me recomendó que platillo podría comer y siempre fue muy amable.”

Esto no sólo podría ser un sueño, se podría convertir en la realidad de México y del mundo, si las personas y las organizaciones,  entendieran que el trabajo es parte de la realización personal. Si viéramos a nuestro lugar de trabajo como nuestro hogar, a nuestros colaboradores como compañeros y las organizaciones vieran a los empleados como seres humanos, el entorno laboral sería muy diferente. Me he dado cuenta que las personas ven el trabajo como una transacción donde yo te doy mi tiempo y tu mi dinero, en lugar de verlo como colaboración, donde se unen los esfuerzos de todos en busca del bien común.

Lo que más me llevó de este capítulo es cuando Kofman expone que nos sentimos bien cuando podemos demostrar nuestras competencias y valores sin que nos abrume el miedo al fracaso. Si seguimos esto nuestra actitud ante la vida cambiará, seremos transparentes y valientes al demostrar quienes somos y lo que buscamos, nos entregaremos tal cual somos de una manera tan natural que cada noche nos podríamos ir a dormir con esa sonrisa de lograr lo que nos proponemos. El miedo es el peor enemigo del ser humano, el miedo nos abruma y nos detiene.
La primera vez que di clases, me involucre y me entregue de una manera muy transparente, y puedo decir que fue una de las mejores satisfacciones de mi vida. Al terminar el curso leí las evaluaciones de mis alumnos, y me llevé una gran sorpresa, los comentarios sobrepasaron mis expectativas. Mi clase les había gustado pero más allá de eso mis alumnos habían valorado que me había preocupado por cada uno de manera personal, una alumna dijo que le había dado la confianza que necesitaba para lograr sus objetivos, y que fui más allá del trabajo. Y puedo decir que aunque en los demás cursos mis evaluaciones fueron muy buenas, nunca como en este semestre, esto lo debo a que yo misma me puse un punto de expectativa, en mi mente tenía las evaluaciones como un parámetro y eso no me ayudo a que fuera tan genuino como la primera vez. Me quedó con este gran aprendizaje, amar como si nunca nos hubieran lastimado, trabajar con la ilusión y la entrega del primer día, vivir como si fuera el último día de nuestras vidas.

“Muere antes de morir, solo así podrás vivir verdaderamente”.  ¿Qué me gustaría que dijera mi obituario? en pocas palabras algo así:

“Jilma fue una persona feliz, siempre con una sonrisa y celebrando el gran milagro de la vida. Se va con la tranquilidad de haber amado y de haberse entregado como hija, hermana, esposa, amiga, estudiante, diseñadora, compañera de trabajo. Nunca dejo que el miedo la venciera, siempre luchó por alcanzar sus metas. Hoy se va tranquila porque disfruto cada instante como si fuera el último, aprendió de los errores y supo darle a cada cosa la importancia que tenía. Sé fue con una gran sonrisa y tranquila por haber sido ella misma.” 

Con este me quedó mucho para reflexionar y para seguirle dando.

5 comentarios:

  1. Muchas gracias Jilma por este relato lleno de esperanza

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  2. Me encantó tu relato, creo que eso SI sucede en México, solo que o no estamos físicamente donde ocurre o no estamos presentes en el momento que está sucediendo.

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  3. Que bonito relato Jilma, el primero donde expones un México muy diferente!!! yo también tengo la esperanza que nuestro país tendrá lo que tanto añoramos, en segundo lugar, es cierto el miedo nos impide ver el potencial que tenemos, lo he experimentado y finalmente tu obituario dice mucho y sobre lo que estás dispuesta a cambiar y tu meta de ser simplemente feliz.

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  4. Me encantó tu relato Jilma!!! y creo que mucho depende de nosotros para poder sentir que todo está de maravilla a nuestro alrededor!!! gracias por compartir esto, abrazos!!!

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  5. Yo también creo que México puede ser un lugar diferente la clave está en cómo tratas a los demás. Como siempre padre tu texto.

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