jueves, 29 de septiembre de 2011

Pensar con grandeza: "integridad esencial"

En esté capítulo del libro Kofman, nos invita a reflexionar acerca de la integridad,  logrando que los valores que se manifiestan en la acción sean coherentes con nuestros valores esenciales.

Pero esta realidad que muestra Kofman, en el mundo de hoy parece ser una contradicción. Pues la actualidad nos invita a alcanzar nuestros objetivos sin importar a quiénes afectemos ó el daño que causemos. Se considera a una persona exitosa cuando es  capaz de obtener el máximo beneficio de alguna situación sin importar el otro. No pasa nada cuando se contaminan lagos por los desechos de una fábrica, o no pasa nada que se compren los votos, al fin y al cabo, el fin justifica los medios. Y tristemente este pensamientos nos está llevando a una crisis humana donde no hay valores, pero sobre todo no hay consecuencias. Una crisis de identidad donde la felicidad depende de la gratificación inmediata, gratificación que se alcanza sin importar sobre quien hay que pasar, y que en realidad llevan a una catástrofe personal porque se corrompe al alma.

Yo quiero ser exitosa por actuar de acuerdo a mi valores, y puedo considerarme exitosa porque a lo largo de mi vida siempre he tratado de comportarme así, por lo mismo nunca me atreví a sacar un acordeón o a decir que trabaje cuando no lo hice. Para mi el éxito es lo que he logrado con mi esfuerzo, que es mucho porque nunca me he engañado o engañado a mis principios.

Siguiendo el ejercicio que propone Kofman, relacionado a personajes que admiramos, quiero citar a Nelson Mandela. Un preso que se convirtió en presidente, y que lucho por la igualdad de las personas. Pero lo que más admiro de él, es que convirtió el sufrimiento que vivió, en fuerza para combatir las injusticias con paz y bondad. Un ejemplo de un hombre íntegro, que pensó con grandeza y que a pesar de las dificultades encontró el camino para actuar de acuerdo a sus valores. Un hombre que encontró “el éxito más allá del éxito”.

“Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite. Es nuestra luz, no la oscuridad lo que más nos asusta. Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso? En realidad, ¿quién eres tú para no serlo? Eres hijo del universo. El hecho de jugar a ser pequeño no sirve al mundo. No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras. Nacemos para hacer manifiesto la gloria del universo que está dentro de nosotros. No solamente algunos de nosotros: Está dentro de todos y cada uno. Y mientras dejamos lucir nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo. Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás.” Discurso de Nelson Mandela como Presidente Electo de Sudáfrica (1994)

No hay comentarios:

Publicar un comentario